La educación bajo la Ley de Moisés

La obligación de educar a la juventud había sido delegada por la ley mosaica a los padres. El hogar debía ser la escuela y los padres eran los maestros. El reglamento decía así: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes; y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas" (Deutoronomio 6:6-9). Esto mismo es lo que contenía la mezuzah.

Se entiende en las Escrituras que la madre se entendía con la mayor parte del entrenamiento y enseñanza de los hijos en sus primeros años de vida. El Libro de los Proverbios habla de "Palabras del rey Lemuel; la profecía que le enseñó su madre" (Prov. 31:1). Las hijas, sin duda, quedaban bajo el cuidado y guía de las madres hasta que se casaban. Como los jóvenes iban creciendo, entonces eran enseñados por sus padres, aun cuando nunca salieran del entrenamiento materno.

Solamente en las familias que disponían de algunos recursos la enseñanza se confiaba a los tutores, por ser muchos los hijos. Las escuelas para la enseñanza de los jóvenes no las hubo en operación sino hasta mucho más tarde.

El tabernáculo, y más tarde el templo, debían ser lecciones objetivas de la verdad divina. Cada séptimo año, en la fiesta de los tabernáculos, el sacerdote leía la Ley al pueblo. De esa manera también los sacerdotes y los levitas eran maestros en la tierra.

Las escuelas de profetas

Samuel formó la escuela de profetas, donde los jóvenes, mayormente los levitas, se entrenaban para enseñar la ley de Dios al pueblo.

Estas escuelas eran para la enseñanza y estudio de la ley y la historia de Israel, cultivando también la música y poesía sagradas. A estos jóvenes se les estudiaba mental y espiritualmente para ver que estuvieran en capacidad para ejercer una mayor influencia para el bien sobre el pueblo de su tiempo.

Las escuelas de las sinagogas cuando Jesús era niño

El niño judío era enviado a la escuela cuando estaba entre el quinto y sexto año de vida. Los alumnos estaban de pie junto al maestro, o se sentaban en el suelo en un semicírculo de frente a él. Cuando los niños tenían diez años la Biblia era su único texto. De los diez a los quince la ley tradicional era la materia más importante, y un estudio de la teología como se enseñaba en el Talmud era aplicado a aquellos mayores de quince años.

El estudio de la Biblia principiaba el libro de Levítico, y se continuaba con otros pasajes del Pentateuco, luego seguían con los Profetas, y finalmente las demás Escrituras.

 

 

© M. Victoria Ródenas Guijarro