Akaravasar, caravasar, caravanserrallo... es en Oriente, un albergue, refugio o posada destinado a las caravanas de comercio, peregrinaje e incluso de uso militar durante un largo viaje de muchas jornadas.

Estaban diseñadas para albergar y dar reposo y alimento a los viajeros y sus animales. Estaban ubicados normalmente a 30km unas de otras a lo largo de las diferentes rutas que unían los diversos puertos y ciudades.

Generalmente se trataba de edificios rectangulares con un portal único, lo suficientemente anchos como para permitir el paso de bestias grandes o bastante cargadas. Proveían de agua para el consumo de gente y animales, así como para su lavado y abluciones rituales. Algunas veces tenían elaborados baños; almacenaban forraje y a veces contaban con tiendas donde los huéspedes podían abastecerse e incluso vender su mercancía.

Otro tipo de alojamiento también de la época y de clara influencia romana, eran las "insulae" (del latín islas), bloques de viviendas, normalmente en régimen de alquiler y de varios pisos. Eran utilizadas por los ciudadanos que no podían permitirse tener viviendas particulares o simplemente se hallaban de paso. En la parte inferior se instalaban tiendas y talleres.

 

© M. Victoria Ródenas Guijarro